La Terapia Gestalt parte de la premisa “aprender es, primero, vivir y
experimentar”, lo que la define como una metodología basada en la experiencia. La Formación en Terapia Gestalt facilita la estructura de conceptos y técnicas necesarias en torno a lo que se va
experimentando y su enfoque se orienta a que las personas consigan ser lo que realmente son, dando espacio a sus inclinaciones y diferentes “personalidades”, aceptando todo eso e integrándolo en una
vida valiosa y bien orientada.
Método de trabajo
En la práctica, la Terapia Gestalt analiza cómo las personas contactan consigo mismas y su realidad, permaneciendo fuertes y equilibradas o bien interrumpiéndose, perdiendo vitalidad y acumulando
asuntos sin resolver. Desde una profunda fe en los procesos naturales y autoregulados de los seres vivos, su proceso terapéutico permite restablecer la facultad de contactar de nuevo, de observar
aspectos no reconocidos, de rescatar partes alienadas y, en resumen, de reapropiarse de la vida y de la capacidad de realización personal. De esta manera, el enfoque de la terapia cubre tanto la
función de resolver los síntomas o problemas como la de ofrecer técnicas de crecimiento y desarrollo para desplegar actitudes saludables y de goce ante la vida.
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